La llegada de Messi al Inter Miami y el futuro de la Copa de Ligas
El anuncio de que Lionel Messi iba a jugar en la Major League Soccer (MLS), por supuesto, generó emoción. Sin embargo, también surgieron dudas. ¿Manejaría su estancia en la liga como una gira de despedida o incluso como unas vacaciones? ¿El nivel inferior de la competencia implicaría un menor esfuerzo? ¿Finalmente, sus 36 años serían evidentes?
En retrospectiva, debió haber sido obvio. Resulta que si pones al mejor futbolista de su generación en la MLS, menos de dos años después de haber ganado el Balón de Oro como el mejor jugador de este deporte y menos de un año desde que fue nombrado como el mejor jugador de la Copa del Mundo, va a jugar muy muy bien.
Muy bien.
Messi anotó dos goles más la noche del miércoles, con lo que su total llegó a cinco en los tres juegos que ha disputado con su nuevo equipo, el Inter Miami CF. Aún agobiado por estar en el último lugar de la liga, el Inter está jugando con estilo y Messi, en ocasiones, parece imparable.
La llegada de Messi tras dos años con el Paris Saint-Germain coincidió con el inicio de la Copa de Ligas, un torneo expandido en fechas recientes para equipos de la MLS y la Liga MX de México.
Messi entró en un cambio a su primer partido el 21 de julio, contra el Cruz Azul de México, al principio del segundo tiempo. Además, tal vez con el talento de un artista, esperó hasta casi el final del tiempo de compensación para cobrar un tiro libre desde detrás del semicírculo que pasó sobre la barrera y se anidó en el ángulo de la portería para acabar con el empate 1 a 1.
Ocho minutos después del inicio de su primer partido como titular, el 25 de julio contra el Atlanta United FC, Messi recibió un pase casi solo y se libró por poco de estar en fuera de juego. Su disparo impactó en el poste, pero anotó cuando recuperó el rebote. Minutos después, remató un centro y, con facilidad, anotó un segundo gol en lo que al final sería una victoria 4 a 0.
Eso puso al Miami en la ronda de 32 contra el Orlando City SC la noche del miércoles. En el primer tiempo, Messi, totalmente libre, recibió con el pecho un pase cerca del punto de penalti y, sin dejar caer el balón al césped, lo metió en la red. En el segundo tiempo, de nuevo con mucho espacio, remató con una volea el pase en corto que le hizo Josef Martínez y anotó. Miami ganó 3 a 1.
Ahora el Inter está a cuatro triunfos del campeonato de la Copa de Ligas. Su nivel de juego es más digno de reconocimiento porque antes de Messi el equipo era, para ser honestos, malo. Se ubica en la última posición de los 29 equipos de la MLS con una marca de cinco ganados, catorce empatados y tres derrotas. Sin embargo, esos resultados no importan en la copa; el próximo compromiso del Miami es enfrentar como visitante al FC Dallas en los octavos de final el domingo.
El Inter Miami llegó a las eliminatorias el año pasado con un récord de .500 y se esperaba que mejorara con la incorporación de Martínez. Sin embargo, al principio las cosas no iban bien.
Los cambios de mitad de temporada del Inter no acabaron con Messi. También incorporaron a dos grandes exjugadores del FC Barcelona, que fue el club de Messi durante mucho tiempo, el centrocampista Sergio Busquets y el defensa Jordi Alba, así como a Diego Gómez, un joven centrocampista paraguayo. A menudo se dice que Messi hace mejorar a sus compañeros de equipo y uno que parece haberse beneficiado es Robert Taylor, un lateral finlandés, quien ha estado involucrado con regularidad en los ataques de Messi y también anotó dos goles en el juego contra Atlanta.
Es imposible no darse cuenta de que en los partidos jugados hasta la fecha, Messi ha tenido mucho más espacio para maniobrar del que le daban en Europa. Por supuesto, Messi es un genio para encontrar espacios. Sin embargo, la calidad de los defensas a los que ahora se enfrenta es de un nivel menor al que estaba acostumbrado.
Cuando jugaba en la Liga de Campeones, era usual que estuviera rodeado de defensas fuertes y técnicamente habilidosos, algunos de los cuales tenían poco remordimiento en aumentar el nivel físico, o ir más allá del límite permitido, en sus tareas.
Los defensas de la MLS, bien sea que están demasiado asombrados, menos aptos en sus posiciones o que solo son demasiado lentos, no han ejercido nada parecido al mismo tipo de presión sobre el astro argentino, al menos hasta ahora. En su tercer juego, el equipo de Orlando trató de usar un poco más su corporalidad, pero el éxito de esa táctica es debatible dados sus dos goles.
Gane o pierda la Copa de Ligas, el Miami regresará a los partidos de la liga MLS el 20 de agosto. Con un supermán que juega como medio ofensivo, ¿podrán subir desde el fondo de la tabla y alcanzar las eliminatorias o hasta ganar el campeonato?
Hay 12 puntos por disputar y están a seis posiciones de los lugares para las eliminatorias con solo 12 partidos por jugar. Eso pareciera ser un gran margen. Sin embargo, con base en sus primeros tres encuentros, parece que Messi puede hacer lo necesario para reducir esa brecha.
Victor Mather cubre deportes para el Times. Más sobre Víctor Mather